Con la toma de este juramento, Leonor de Borbón adquiere la legitimidad para asumir las responsabilidades de su padre, el rey Felipe VI, en caso de fallecimiento, renuncia o inhabilitación. La princesa Leonor, en su 18 cumpleaños y al alcanzar la mayoría de edad en España, juró solemnemente la Constitución española, consolidando así su posición como futura monarca.

En una ceremonia solemne en las Cortes Generales, el Parlamento español, Leonor de Borbón pronunció su juramento de acatamiento a la Constitución y lealtad a su padre, el rey Felipe VI. Acompañada por sus padres y su hermana, la princesa real realizó un recorrido desde el Palacio de la Zarzuela hasta el Congreso de los Diputados en el centro de Madrid, en una procesión escoltada por la Guardia Real y en Rolls-Royce históricos.

El acto contó con la presencia del presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, quien recibió a la familia real y presidió la audición del himno nacional. Como jefe de Estado, el rey Felipe VI pasó revista a un batallón de honores compuesto por las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil española.

Leonor de Borbón actualmente se encuentra recibiendo formación en una academia militar en España, siguiendo los pasos de su padre. La familia real, acompañada por autoridades de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, fue recibida con aplausos en el hemiciclo del Congreso español.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, calificó el evento como «histórico» y describió a la princesa como «una digna representante de un país moderno y abierto al mundo», destacando su cercanía con los valores de su generación. Tras realizar el juramento establecido en el artículo 61 de la Constitución española, Leonor de Borbón recibió una prolongada ovación con el hemiciclo puesto de pie.

Con este acto, Leonor de Borbón adquiere la autorización para sustituir a su padre en situaciones de ausencia permanente, sin necesidad de regencia, simbolizando así la continuidad dinástica. El guion del juramento se asemejó mucho al realizado por su padre, el entonces príncipe Felipe, en 1986.

Aunque el rey emérito Juan Carlos I y la reina emérita Sofía, abuelos de la princesa, no estuvieron presentes en los actos institucionales, se esperaba su participación en las celebraciones previstas en el Palacio Real y el Palacio de El Pardo en Madrid.

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